A la hora de montar en bici, lo más importante es disfrutar del recorrido, tanto en el campo como en la ciudad. Vayas donde vayas, es fundamental que ruedes protegido, tú y tu bicicleta. Seas un “pro” o utilices la bicicleta de forma recreativa.

Entre las coberturas básicas de un seguro para tu bicicleta suelen figurar la responsabilidad civil, los gastos derivados de accidentes personales, la asistencia en viaje, la defensa y protección jurídica, o los daños a la bicicleta.

La cobertura de responsabilidad civil, como en cualquier otro vehículo, protege al ciclista de los posibles daños que pueda causar a un tercero mientras circula con su bicicleta. Cada aseguradora tiene sus propias condiciones y su propio límite, que suele estar en torno a los 150.000 euros. Un ejemplo de esos daños puede ser el atropello involuntario a un peatón mientras disfrutas de las dos ruedas. Y en caso de conflicto con terceros, gracias a la cobertura de defensa y protección jurídica, el seguro se hace cargo de tu defensa y también de gestionar las reclamaciones, por ejemplo, si un peatón te empuja mientras circulas con tu bicicleta causándote daños a ti y/o a tus pertenencias.

Con la cobertura de asistencia en viaje, si cuando vas con la bici te encuentras en peligro, por ejemplo, si practicas ciclismo en la montaña y sufres un accidente que te impide moverte, la aseguradora se hace cargo de los gastos de rescate y salvamento. Y cuando tengas un accidente personal en el que necesites hospitalización, el seguro se ocupará, hasta el límite asegurado, de los gastos médicos, farmacéuticos y de hospitalización. Asimismo, también hará frente a la indemnización en caso de fallecimiento o invalidez permanente. Hay algunos seguros que también asumen los gastos de cirugía plástica y reparadora, para hacer desaparecer las marcas derivadas de accidentes durante la práctica del ciclismo. E incluso cuentan con la garantía de asistencia personal, de manera que la aseguradora, en caso de accidente, paga los gastos necesarios para ayudarte a realizar algunas tareas que, por tu estado, no puedes desempeñar. Por ejemplo, si te encuentras en cama recuperándote de un accidente con tu bici y necesitas ayuda para cuidar a tu hijo pequeño.

El seguro también protege a tu bicicleta por los daños que puede sufrir a causa de un accidente, por ejemplo, si te chocas con un árbol y resultan dañados el tubo frontal y el brazo de suspensión. E incluso ante el robo del vehículo, tanto en el exterior como en el interior de tu vivienda, aunque suele ser necesario que la bicicleta se encuentre sujeta por el cuadro a un objeto fijo por medio de una cadena o candado homologado. Por ejemplo, si la dejas atada a un poste en la calle y los ladrones han forzado el candado y se la han llevado, el seguro te cubre el robo. Se estima que, en España, al 21% de los ciclistas les han robado en alguna ocasión su bici, por eso, contar con un seguro es casi imprescindible, sobre todo si tienes un modelo costoso.

Y todo ello, por muy poco dinero al mes. Estos seguros son bastante económicos, desde aproximadamente 65 euros anuales, un precio que variará dependiendo de las coberturas opcionales que elijas y del valor de tu bicicleta. Un gasto muy pequeño para evitar consecuencias que pueden llegar a tener un coste bastante elevado. Ponte en contacto con SERCOVER para recibir más información sobre este seguro y te puedan ofrecer un presupuesto personalizado, adaptado a ti y a tu bicicleta.

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